El distrito unificado de escuelas de Los Ángeles (el más concurrido de EE.UU.) aprobó la compra de 30.000 iPads para sus estudiantes, como recurso de aprendizaje adicional para sus aulas tradicionales dirigidas por un profesor.
Esta es la primera fase (47 escuelas, junio de 2013) de un plan para equipar a todos los estudiantes en los próximos 14 meses.
Pero una nueva serie de escuelas en Holanda está dando un salto aún más grande: un ambiente de aprendizaje únicamente con iPads.
Sí, no habrá cuadernos, ni libros, ni computadoras portátiles ni tampoco pizarras negras o blancas. El sistema “escuela Steve Jobs” es no tradicional en muchas otras maneras. Los niños elegirán qué desean aprender de acuerdo a su propia curiosidad. Uno de los directores de la escuela piensa que para el año 2020, esto no va a sonar raro en absoluto:
“La escuela estará abierta de 7:30 a 18:30 todos los días hábiles. Los niños van a entrar y salir cuando lo deseen, siempre y cuando estén presentes durante el período central entre las 10:30 y las 15:00. El edificio permanecerá cerrado únicamente para navidad y año nuevo. Las familias podrán irse de vacaciones cuando quieran, y ningún niño tendrá que preocuparse por perder las clases, ya que las clases, en el sentido tradicional, no existirán. Solo en casos excepcionales un docente dictará clases grupales. Cuando lo deseen, los niños aprenderán accediendo a una aplicación de aprendizaje en sus iPads, las que serán una especie libro de texto multimedia e interactivo.”
En agosto de 2013, alrededor de 1.000 niños de entre 4 y 12 años asistirán a 11 escuelas con su propia iPad. “Think different” era más que un eslogan publicitario, era una manifiesto. Y el próximo plan del visionario digital era producir un cambio radical en las escuelas y en los libros de texto.
Los iPads básicamente están reemplazando a los profesores y al aula, y su conexión permanente a la red permite que los alumnos reciban asignaciones a cualquier hora del día; el horario escolar no se acaba nunca.
Esto puede sonar aterrador para algunos estudiantes de primaria y secundaria, pero los podría preparar su futura educación superior, donde masivos cursos a distancia, en línea, están ganando fuerza en las universidades.
El programa de estudio convierte el aprendizaje en una experiencia de juego, con sonidos y animaciones. En cada ejercicio, los niños son corregidos para alcanzar el siguiente nivel de conocimiento a su propio ritmo. La función del profesor es entrenarlos en el aprendizaje.
La aritmética, las habilidades de lectura y la comprensión de textos son los temas centrales en la escuela primaria. El adiestramiento para lograr buena letra fue degradado a una habilidad secundaria, agradable para los alumnos diligentes, pero no es realmente relevante.
Cada seis semanas, los maestros, los niños y los padres deciden juntos (en la escuela o virtualmente a través de Skype), lo que se quiere lograr en el próximo período de aprendizaje. Y dibujar, construir cosas, jugar y tener actividad física son parte de la vida cotidiana en las escuelas.
En Spiegel y otras fuentes, junio de 2013
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