La extraordinaria inteligencia social de los perros

perro-genio-percepcion

En el libro The Genius of Dogs: How Dogs are Smarter than You Think (*), Brian Hare y Vanessa Woods detallan las recientes investigaciones acerca del mejor amigo del hombre.


(*) El genio de los perros: por qué los perros son más inteligentes que lo que piensas

Hare comenzó a estudiar la inteligencia de los perros en la década de 1990 cuando era estudiante en Emory University, después de darse cuenta que su perro Oreo tenía una habilidad extraordinaria. A diferencia de otros animales, incluso los chimpancés, Oreo podía interpretar gestos humanos y seguir la mirada o el dedo señalando de una persona. De esos primeros experimentos con los perros familiares, Hare, antropólogo evolutivo, pasó a fundar el Canine Cognition Center (Centro de Cognición Canina) en Duke University.

“Los días de los perros tontos han terminado”, dice Hare. “Los perros poseen una inteligencia social mucho más desarrollada que la de sus antepasados, los lobos; en muchos aspectos los perros son más parecidos a nosotros que nuestros parientes los primates.” Hare también es el científico principal detrás de Dognition.com, un sitio web que ofrece a los dueños de mascotas la oportunidad de participar en un proyecto de ciencia ciudadana masiva, y descubrir el genio en sus propios perros.

¿Cuál es el secreto de la inteligencia de los perros?

El genio de los perros es que utilizan probablemente la herramienta más poderosa de la Tierra para resolver problemas: los seres humanos. En un punto de la evolución del lobo, un grupo decidió tomar ventaja de los humanos y esta es la razón de su éxito. No es una sorpresa para nadie que los perros están socialmente sintonizados con nosotros, pero creo que la novedad es la comprensión de que esta habilidad es absolutamente extraordinaria en el mundo animal.
Cuando se habla de la supervivencia del más fuerte, la mayoría de las personas piensan que la naturaleza es “garras y dientes afilados”, pero los perros se domesticaron a sí mismos a través de un proceso natural en el cual los individuos ganadores fueron los menos agresivos, los más amables y tolerantes.

¿Cómo cambió la comprensión científica de los perros?

Hemos aprendido más en los últimos 10 años que en los 100 anteriores. Cuando se trata de identificar la inteligencia en los animales, las personas se interesan mucho en cómo es que hacen las inferencias. Esas son situaciones en las que, en realidad, los perros no pueden percibir una solución, así que tienen que inferirla de manera espontánea.
En la búsqueda de este tipo de inteligencia animal, uno no espera encontrarla en un perro, o al menos eso era lo que se pensaba. Los científicos teorizaron que los perros, a través de la domesticación, se convirtieron en tontos; simplemente se sentaban y tomaban nuestras sobras. ¿Para qué necesitaban ser inteligentes? La suposición era que había que buscarla en animales como un bonobo, un delfín, o en alguna otra megafauna carismática. Pero resulta que en muchos aspectos los perros se parecen más a nosotros que, incluso, los grandes simios.

¿Cuánto se nos parecen?

Los perros son la única especie que ha demostrado poder aprender palabras de una manera similar a un niño pequeño. No es que las otras especies que consideramos como muy inteligentes, como los bonobos y los delfines, no puedan ser sofisticadas en la comunicación mediante símbolos, pero hay buena evidencia de que los perros utilizan una estrategia de inferencia, que aprovecha lo que se llama el principio de la exclusión. Ellos saben que una cantidad de objetos se nombran o etiquetan con un sonido; cuando se introduce un nuevo objeto que para ellos no tiene etiqueta, y escuchan un sonido que nunca antes habían escuchado, infieren que ese nuevo sonido debe ser aplicado a ese nuevo objeto. Esto solo fue observado antes en niños humanos. Fue una gran sorpresa y ha sido replicado.
Incluso hay algo más loco, varios border collies están utilizando lo que se llama el principio de iconicidad: uno puede mostrarles una imagen en dos dimensiones, y luego irán a buscar el objeto de la imagen. Esto es algo que, se pensaba, solo los niños podían hacer, y que solamente sería posible en una especie lingüística.

Es increíble, pero es una pequeña muestra; ¿no es posible que esos perros fueran atípicos?

No lo sabemos. Yo no creo que sea casual, pero tampoco quiere decir que los border collies sean, de alguna manera, la raza más inteligente. Probablemente, todos los perros sean capaces de hacer ese tipo de inferencias.
La pregunta es: ¿pueden usar este principio de exclusión para aprender palabras? Es muy posible que todos nuestros perros tengan ese talento oculto y que, simplemente, no sabemos cómo aprovecharlo.

¿Cuáles son algunos de los nuevos hallazgos acerca de la inteligencia de los perros?

Hay un montón de investigación sobre cómo resuelven problemas los perros. Por ejemplo, en un nuevo experimento, un perro demostró que podía abrir una puerta corrediza usando una de dos técnicas. Otros perros copiaron al primero y utilizaron esa misma técnica la primera vez que tuvieron que abrir la puerta. Esto no es algo que la mayoría de la gente hubiera esperado.
[Hace cien años, el psicólogo británico] C. Lloyd Morgan fue uno de los primeros en escribir sobre la inteligencia animal desde una perspectiva experimental. Una de las grandes anécdotas que él cuenta es de cómo su perro Tony tenía problemas para abrir una puerta y, por medio de ensayo y error, de a poco aprendió una solución. Parecía que Tony, el terrier, era un genio, pero debido a que Morgan había observado el desarrollo de la resolución del problema, él sabía que Tony no entendía nada, que todo era ensayo y error al azar. Morgan llegó a la conclusión de que cuando uno ve animales hacer cosas inteligentes, debe considerar que hay un mecanismo de muy bajo nivel que les ha permitido resolver el problema.
Sin embargo, el nuevo hallazgo es que, si se le hubiera mostrado a Tony cómo abrir la puerta, el perro hubiera aprendido casi de inmediato cómo hacerlo. Si uno hace del problema algo social, los perros responden fantásticamente.

También citas estudios que muestran que los perros pueden engañar ¿Cómo demuestran esto su genio?

Esos estudios revelan que los perros utilizan información acerca de lo que los humanos pueden ver o escuchar, para tomar decisiones sobre cómo comportarse con nosotros. En un estudio, los perros espontáneamente evitaron sacar alimento de una caja con otros objetos que hacían ruido (se les había dicho que no debían comerlos), eligiendo, en vez, “robarlos” de una caja en la que un humano les había demostrado que no hacía ruido. Esto sugiere que podrían darse cuenta de lo que podemos y no podemos oír. Del mismo modo, una cantidad de estudios demostraron que los perros evitan desobedecer si uno los está mirando, pero son más propensos a reaccionar si uno les da la espalda, o incluso, si uno cierra los ojos!

Así que no hay un “perro malo”. Pero, ¿puede la cognición canina ayudarnos a entrenarlos mejor?

La gente ama los perros, quiere ayudarlos a que tengan una vida plena, y pueden lograrlo haciendo que sus perros obedezcan algunos principios sencillos.
Una de las escuelas de pensamiento dice que uno debe ser un perro alfa completo; se debe asegurar que el perro no piense que puede dominarlo. Esta premisa está basada, probablemente, en un razonamiento erróneo: que los perros evolucionaron de los lobos y los lobos tienen una jerarquía muy estricta. Esa es una hipótesis razonable, excepto que tiene un gran problema: los perros no son lobos. En cuanto a los perros callejeros, se verificó que no tienen una jerarquía estricta; no siguen un individuo dominante, el líder del grupo es el que tiene la mayor cantidad de amistades. No se trata de dominación.
Hay otra escuela de entrenamiento que dice que cuanta más ejercitación, el perro escuchará y obedecerá mejor. Sin embargo, hay estudios que demuestran que los perros que se entrenan con menos intensidad, en realidad aprenden más rápido y retienen la información por más tiempo. Si uno obliga a los animales a realizar algo una y otra vez, lo que uno realmente obtiene es una respuesta menos flexible.

Una pregunta que nos puede meter en problemas. ¿Son los perros más inteligentes que los gatos?

Es una pregunta muy difícil de responder de una manera significativa. Es como si yo le preguntara ¿cuál es la mejor herramienta, un martillo o un destornillador? Están diseñados para hacer cosas diferentes. Comparar los orígenes de estos animales en la naturaleza, de sus antecesores, el lobo y el gato salvaje africano. Uno es un corredor de resistencia, un animal de manada que se basa en la cooperación. El otro es relativamente asocial, un cazador de acecho que se basa en el sigilo para tener éxito. Son sistemas sociales y estilos de vida completamente diferentes, y la evolución diseñó sus mentes para ser diferentes entre sí porque hacen cosas completamente diferentes para ganarse la vida.

Me parece justo. Supongo que muchos dueños de mascotas tendrán otra respuesta a su libro: “No hay manera de que mi perro sea un genio; bebe del inodoro y persigue su propia cola.” ¿Están equivocadas estas personas?

A todos nos gusta hablar de cómo los seres humanos, como especie, son increíbles en términos de innovación y tecnología. Hemos inventado Internet y el iPad, y tenemos una Estación Espacial Internacional. Sí, como especie hemos hecho eso, pero puedo asegurar que si hoy alguien me pidiera que “hay que inventar el próximo iPad”, me dejaría muerto. De la misma manera, hay una tremenda variación individual entre los perros.
En el caso del perro que persigue su propia cola, puede ser que la persona lo considere tonto, pero hay algunos dominios de la inteligencia en los que las personas no piensan. El hecho de que un perro individual no responda particularmente bien al uso de gestos, por ejemplo, no significa que no sea absolutamente notable en su memoria, o que no pueden utilizar su perspectiva visual para engañarlo.
Una de las cosas que estamos tratando de hacer con este libro es cambiar la mentalidad acerca de lo que es la inteligencia. Mucha gente puede ver solo eso, que el perro persigue su cola, pero en realidad hay mucho más que lo que ellos ven.

En: Smithsonian, febrero de 2013

No hay comentarios.

Publicar un comentario