Orígenes de la revolución sexual que modificó la familia

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Desde el punto de vista evolutivo, los varones con habilidades de combate inferiores encontraron una solución inteligente para no competir con los machos alfa.


Según el biólogo evolutivo Sergey Gavrilets, la familia moderna podría tener un aspecto muy diferente si los homínidos machos desgarbados no hubieran encontrado una solución inteligente para competir físicamente contra los fuertes machos alfa y poder aparearse.

En su último estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (Simposios de la Academia Nacional de Ciencias), Gavrilets sugiere que los machos más débiles, en lugar de ser promiscuos, adulaban una sola hembra. Al proporcionarle comida, el macho se ganaba la confianza y fidelidad sexual de la hembra. En este escenario, la descendencia de la pareja se benefició debido a que tenían más probabilidades de sobrevivir bajo la atenta mirada de dos progenitores.

Vamos a empezar yendo hacia atrás en el tiempo. Antes de la monogamia y la familia nuclear, ¿cómo vivían los homínidos?

A juzgar por el hecho de que nuestros parientes más cercanos son los chimpancés, creo que podemos suponer que la vida social era bastante similar a lo que ellos tienen ahora, que es básicamente en pequeños grupos. En lo que se refiere a las relaciones de apareamiento, en los chimpancés hay una jerarquía de dominación muy fuerte; los machos alfa dominan completamente el grupo y logran la mayoría de los apareamientos. Es una sociedad muy despótica, y creo que nuestros antepasados también lo eran.

¿Cuándo empieza a ver una transición desde la promiscuidad al vínculo de pareja?

Sabemos que los seres humanos se separaron de los chimpancés hace 6 o 7 millones de años. En las sociedades de cazadores-recolectores son más igualitarias y, por lo general, cada miembro tiene una sola pareja. Así que esto sucedió en algún momento durante este intervalo de varios millones de años. En 2009, hubo una serie de documentos en la revista Science que describían en detalle y por primera vez, un fósil conocido como Ardipithecus ramidis. Este fósil es de 4,4 millones de años, por lo que es alrededor de un millón de años más antiguo que [el famoso espécimen homínido llamado] Lucy. En los documentos se afirma que esta nueva especie ya mostraba signos de reducción significativa de la competencia entre los machos. Tanto el dimorfismo sexual [diferencia de tamaño entre machos y hembras] como el tamaño de los dientes caninos se habían reducido drásticamente; son mucho más pequeños de lo que se suele ver en las especies con muy fuerte competencia entre los machos. La afirmación de los investigadores es que el vínculo de pareja en nuestro linaje tiene algo más de 4 millones de años.

Para los machos, era un “dilema social” cambiar el enfoque de competir por las parejas, a proteger y alimentar a una pareja y a su descendencia.

Desde un punto de vista evolutivo, todos están interesados en crear de una cantidad de crías supervivientes. ¿Cómo pueden hacerlo los machos? Bueno, una de las estrategias es aparearse con tantas mujeres como sea posible. Pueden tener un montón de hijos, pero van a descuidarlos completamente.
Por otro lado, hay una estrategia alternativa. En vez de maximizar el número de apareamientos, se puede maximizar la inversión en la descendencia. De esta manera, incluso con un pequeño número de descendientes, la mayoría sobrevivirán. Esta es básicamente la situación que modelo en mi investigación.
Aumentar el número de apareamientos es beneficioso para el macho, pero la competencia desperdicia una gran cantidad de energía y esfuerzo. La estrategia de invertir en la descendencia o en las hembras, no solo beneficia al grupo como un todo, sino además, debido a la lógica de competencia en el grupo, los machos están obligados a invertir en una solución con menores exigencias físicas.

¿Cómo se produjo la transición ?

Supongamos que tenemos un grupo con una fuerte jerarquía de dominación y un macho alfa que puede vencer y ahuyentar a todos los otros machos. No cualquiera puede ser un “alfa”, sí que los machos de la parte inferior de la jerarquía podrían probar una estrategia diferente. Es bien sabido que, algunas veces, los chimpancés machos intercambian alimentos con las hembras para tener una oportunidad de apareamiento. Comienzan con eso pero no es suficiente, porque las hembras pueden tomar la comida y aun seguir apareándose con el macho alfa. Así que necesitan algo más. Ese algo más, que incluí en el modelo, es la idea de la “elección mutua”.
En cierto sentido, toda la especie se “auto domestica” mediante el siguiente proceso: los machos seleccionan las hembras más fieles, que responden a sus cuidados y, al mismo tiempo, las hembras seleccionan a los machos de acuerdo a un balance entre los mejores genes (los del macho alfa) y mejor alimento y protección (machos de rango inferior). En biología, este proceso se conoce como “co-evolución”, cuando los cambios ocurren en dos grupos diferentes.

¿Por qué llama a esto “la revolución sexual más importante de nuestra especie”?

Para los seres humanos, el desarrollo de la descendencia es muy extensa. Los chimpancés, son independientes y capaces de vivir por su cuenta a tres o cuatro años. En los seres humanos, se necesitan tres o cuatro veces más. Por lo tanto, la ayuda es necesaria. Y los varones son la fuente obvia de esta ayuda.
En la sociedad humana, la cooperación a todos los niveles ha sido muy importante. La manera más fácil de establecer los genes para la cooperación y el altruismo es dirigirlos hacia los familiares; y para hacer esto, uno necesita saber quiénes son. Así, mediante el vínculo de pareja, no se trata solo de que los hombres ayuden, sino que el conocimiento de las redes de parentesco también permite el comportamiento cooperativo.

Nota: Bernard Chapais de University of Montreal, dice que el estudio no tiene en cuenta la posibilidad de que los machos, en vez de moverse de la promiscuidad a la monogamia, hayan tenido un patrón intermedio en la poligamia.

En: Smithsonian y otros, julio de 2013

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