El diseño de interfaces digitales está relacionado con metáforas que facilitan la interacción con los usuarios. Los nuevos paradigmas van más allá de lo estético.
El concepto de aproximar los objetos del mundo real al diseño de interfaces se conoce como “skeumorfismo”. Tanto su aplicación directa como el nuevo paradigma de diseño “plano”, digitalmente auténtico, son motivo de análisis. El mundo, al menos el de los diseñadores de páginas web y aplicaciones, nuevamente es plano.
Skeumorfismo: 3D
Entre los muchos detalles de las teorías que forman el concepto de diseño “plano”, una cosa es cierta: evolucionó por el alejamiento del “skeumorfismo” o diseño metafórico. El skeumorfismo: (del griego skeuos, contenedor o herramienta, y morphê, forma) es el término que se aplica al diseño de algo nuevo pero conservando la temática de un objeto ya establecido para inducir familiaridad por analogía.
Se utilizan metáforas visuales (ilustraciones digitales) para representar a sus equivalentes en el mundo real, como botones, objetos y texturas. El skeumorfismo está en el diseño digital desde el nacimiento de la interface gráfica, como ayuda contra la curva de aprendizaje por el cambio desde la interface basada en la línea de comandos. La idea era crear una experiencia estética que al usuario le fuera inmediatamente familiar. Hoy, esa traducción ya no es necesaria. Además, el skeumorfismo, antes un concepto integrador, se estaba convirtiendo en un obstáculo para los avances en el desarrollo de las interfaces digitales.
Diseño plano: 2D
El diseño plano se extiende rápidamente, pero veamos los esfuerzos de Microsoft, Google y Apple por su amplio alcance y por haber establecido las directrices significativas del estilo.
Microsoft optó por uno de los rediseños más radicales y controvertidos de los últimos tiempos en su Windows 8. Su creación del lenguaje de diseño (antes conocido como Metro y ahora como Microsoft Design Language) fue visto por primera vez en el Windows Phone. Esa controversia no era tanto sobre el diseño en sí, que fue recibido positivamente por ser atrevida e informal, sino más bien la mera acción de cambiar los conceptos clave de Windows.
Dado que Microsoft ha sido durante uno de los precursores del diseño auténticamente plano, sus reglas estéticas son, probablemente, los más desarrolladas. Microsoft define su estilo con cuatro principios básicos: tipografía, movimiento, contenido (no la ornamentación) y la honestidad.
Tipografía: Sustitución de los íconos y gráficos superfluos por textos en tipografía sans-serif, dentro de rectángulos espaciados de color sólido que establecen una jerarquía en la navegación.
Movimiento: Fluidez y funcionalidad (en cuanto al uso de los recursos de procesamiento) en la interacción y sus transiciones, con preferencia al desplazamiento horizontal (pocas veces visto en el paradigma anterior).
Contenido: El enfoque minimalista se logra evitando cargar la interface con decoraciones, y centrando el diseño en el cuerpo del contenido. Además, esto permite escalar la tipografía de los textos para cualquier tamaño de pantalla.
Honestidad: Mantener la honestidad de ser “auténticamente digital” porque está diseñado sin las pretensiones de imitar un objeto de uso manual.
Google también desarrolló su propio lenguaje de diseño, Holo, especializado para el diseño de aplicaciones, que recuerda las ideas visuales de Microsoft: tipografía delgada, íconos monocromáticos y un específico esquema de colores. Si bien las interfaces de sus productos siempre fueron simples y despojadas, con el tiempo todas fueron rediseñadas coherentemente para mantener una fuerte identidad visual; muy recientemente (septiembre de 2013), Google “aplanó” también el diseño su logotipo.
Apple había quedado relegada por su apego a los principios del skeumorfismo clásico, pero con el reciente anuncio (junio de 2013) del nuevo sistema operativo iOS 7, parece estar a medio camino de ambos conceptos de diseño. Las metáforas fueron reemplazadas por íconos un poco más simplificados, tipografía estilizada y planos semitransparentes.
“La forma sigue a la función”
El diseño “plano” es una tendencia que evoluciona y se propaga gracias también a que su implementación requiere de menores recursos: su estilo e iconografía son mucho más rápidas de transmitir y procesar, y menos costosas de almacenar.
Los conceptos más comunes de este estilo son:
Minimalismo: Los elementos de la interface que no son el contenido básico de la página o aplicación deben ser prácticamente inexistentes. El uso saludable de bloques de espacio negativo (el espacio vacío alrededor de un objeto –el espacio positivo–) y márgenes también contribuye al diseño aplanado. La clave para lograr un diseño plano es a través de cada elemento individual, renunciando a efectos como sombras, bordes, biselados, iluminación y degradados y otros adornos.
Tipografía: Al quitar las ornamentación, las opciones tipográficas (la fuente, su peso, su escalabilidad a distintos tamaños) cumplen un papel fundamental en la jerarquía visual. Una o dos familias de fuentes, preferentemente las de tipo sans-serif (sin remate, de palo seco), son suficientes para mantener simple todo el diseño.
Colores: En la teoría de los colores hay una tendencia que acompaña a la del diseño plano. Los diseñadores están utilizando más una paleta de varios colores (saturados, brillantes, con alto contraste), que uno o dos colores y sus matices; en parte para destacar lo que antes se lograba con efectos de luces, sombras y adornos.
El “skeumorfismo”, sugería un estilo que intentaba imitar algo conocido de manera realista, fácil y, en lo posible, inconfundible. La tendencia actual hacia un diseño “plano” apunta hacia un estilo limpio, sin elementos superfluos, metafórico pero simple, y apropiado para todo tipo de dispositivos con distintos tamaños de pantalla y modos de interacción, tanto mediante dispositivos como gestuales.
Elegancia utilitaria, modernismo tradicional, Bauhaus... todas las tendencias son temporarias. Antoine de Saint-Exupéry escribió: “La perfección no se consigue cuando no hay nada más que agregar, sino cuando no queda nada que quitar.”
Septiembre de 2013
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